jueves, 17 de septiembre de 2009

Comer para aliviar el dolor, tristeza y la ansiedad


Además de mantenernos con vida, la alimentación cumple innumerables objeticos psicológicos, sociales, culturales, las personas comen para festejar, castigarse, reconfortarse, desafiar y negar. El consumo de alimentos en respuesta a problemas emocionales como el estrés, el aburrimiento o el cansancio, y que no obedece a una sensación de hambre verdadera, se denomina “Alimentación Emocional.”

La alimentación emocional es tan común que se considera un comportamiento normal mientras se mantenga dentro de los límites determinados. Esta conducta se torna problemática cuando la alimentación emocional es tan desmesurada que interfiere con la salud. Los problemas de salud física asociados con este hábito son la obesidad y las enfermedades relacionadas como la hipertensión y la cardiopatía.

En las personas en tendencia a la alimentación emocional, El consumo de alimentos suele proporcionar una sensación de comodidad y consuelo, adormece el dolor y “alimenta el corazón hambriento”.

Además el consumo de alimentos puede desfavorecer el “equilibrio” bioquímico. Los individuos con hábitos de alimentación emocional ingieren una cantidad excesiva de carbohidratos (dulces y almidón), lo que puede elevar las contracciones encefálicas de serotonina o proporcionar una sensación de relajación. La ingestión de los alimentos se convierte en una forma de automedicación cuando surgen emociones negativas.

En casos extremos, el acto de comer se transforma en una adicción y en la vida de esa persona comienza a ser lo único importante. Las personas con bulimia o trastornos compulsivos experimentan una urgencia abrumadora incontrolable que las lleva a comer en forma desenfrenada, a veces en varias ocasiones en el día, las personas con bulimia tratan de eliminar las calorías consumidas con autoprovocación de vómitos o consumiendo laxantes y diuréticos.

Los trastornos de alimentación pueden ser muy peligrosos e incluso letales y requieren un tratamiento profesional urgente, completo y profundo que ayude a la persona a aceptar los problemas psicológicos. El tratamiento de los individuos con conductas de alimentación emocional aborda las emociones que desencadenan la alimentación excesiva y establece estrategias de adaptación para manejar la necesidad de comer en exceso.

E.N. Teresa de Jesús Galván Echazarreta.
Fuente:
Vida Sana, Editorial Médica Panamericana.

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