martes, 7 de junio de 2011

El Colesterol




Desde el descubrimiento del colesterol en 1769 de donde se extrajo de la vesícula biliar de cadáveres y se identificó como un componente principal de los cálculos biliares, tuvieron que pasar muchos años para que su relación con la aterogénesis o formación de ateromas (placas de grasa en los vasos sanguíneos) fuera aprobada médica y científicamente.

La aterogénesis es una etapa que conduce a la arteriosclerosis, principal enfermedad cardiovascular causa de muchas muertes a lo largo de la historia, desde los egipcios donde las momias evidencian la enfermedad hasta la Edad Media con infartos fulminantes.

En el siglo XIX surgieron 3 teorías que trataban de explicar el origen de la arterioesclerosis desde distintos enfoques. El primero, postulaba que la arteriosclerosis, conocida actualmente como el endurecimiento de las arterias, era un proceso de senescencia y en ningún caso una enfermedad. El segundo enfoque, propuso que la arterioesclerosis era realmente una enfermedad que tenía su origen en alguna alteración metabólica de las propias arterias. La tercera visión, proponía que el proceso de la arterioesclerosis evoluciona a partir de coágulos que se adhieren a las arterias y que se transforman gradualmente en placas ateroscleróticas típicas. (1)

Nikolai Anichkov, líder de un grupo de jóvenes médicos rusos, quienes guiados por las observaciones de investigadores anteriores, se dedicaron a encontrar la relación de la arterosclerosis con los alimentos utilizando en este caso el huevo de gallina. Uno de los estudiantes repitió el experimento de un antiguo clínico, Ignatowsky, quien alimento conejos con una mezcla de leche y huevos y descubrió que después de algunas semanas de haber impuesto la dieta, la aorta de los conejos presentaba ateromas, lo cual atribuyo erróneamente a las proteínas contenidas en la leche y huevos.

El estudiante de Anichkov le dio a sus conejos 3 alimentos distintos: homogenizado de tejido muscular de pollo, homogenizado de clara de huevo y simplemente yema de huevo, y observo que solamente los conejos alimentados con yema de huevo presentaban ateromas por el colesterol que ésta contenía y no por las proteínas como había afirmado antes Ignatowsky.

Mediante experimentos posteriores, Anichkov descubrió que el colesterol no era el único causante de la patología, y que había otros factores, que sin embargo no pudo identificar, que también incidían con tanto o más efecto que el propio colesterol. Esos otros factores, que no afectaban tan notoriamente a los conejos pero que sí afectan a los humanos, están ahora bien identificados; la genética en algunos casos, el sedentarismo, la obesidad, el tabaco, el alcoholismo, la hipertensión, la diabetes, entre otros. (1)

En su libro, publicado en 2007, el cardiólogo europeo Dr. Michel de Lorgeril argumenta porqué el colesterol es inocente y no provoca infartos al miocardio, dado que no siempre obstruye las arterias, y que bajar el colesterol no siempre impide morir del corazón. Señala que el colesterol es una molécula indispensable para la vida sana, que no debe temerse al colesterol que va en los alimentos normales, y que los regimenes anticolesterol clásicos pueden ser peligrosos para la salud. También destaca el rol que juegan en la creación y propagación de ideas falsas en medicina, los intereses económicos de la industria farmacéutica y su ligazón con los médicos y sus organizaciones. (2)

El colesterol es esencial para la vida, pero es necesario conocer que los niveles en la sangre sean normales, así como tener un estilo de vida adecuado que elimine otros factores que pueden poner en riesgo la salud del corazón y las arterias.

EN. Karla E. González Huerta


Bibliografía
1. Revista chilena de nutrición
versión On-line ISSN 0717-7518
Rev Chil Nutr Vol. 33, Nº2, Agosto 2006, pags: 130-134
“BREVE HISTORIA DE LA RELACIÓN ENTRE EL COLESTEROL Y LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES”
2010 Sociedad Chilena de Nutrición, Bromatología y Toxicología
www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext

2. Revista médica de Chile
versión impresa ISSN 0034-9887
Rev. méd. Chile v.136 n.5 Santiago mayo 2008
Rev Méd Chile 2008; 136: 676-677
“EL COLESTEROL ES INOCENTE”
2010 Sociedad Médica de Santiago
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872008000500021&lng=es&nrm=iso


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