jueves, 15 de enero de 2009

¿HAMBRE O ANSIEDAD?


El estresante ritmo de vida actual y el manejo inadecuado de las emociones negativas, se ve claramente reflejado en nuestros hábitos alimenticios. Es entonces cuando se pierde el control sobre la dieta, provocando un desequilibrio que se traduce en kilos de más, frustración e incluso problemas de salud.

La ansiedad es un estado emocional en el que la persona tiene sentimientos de angustia, desesperanza y de vacío interno. Se trata de un trastorno que empieza afectando a la mente pero que también puede tener repercusión sobre diversos órganos del cuerpo, pudiendo llegar a producir: taquicardia, dolor estomacal, diarreas, etc.

Las razones por las que a veces se confunde el apetito físico con la ansiedad por comer, son múltiples y variadas, algunas de ellas son:


  1. Consecuencia de controlar excesivamente las calorías que ingerimos

  2. Dietas demasiado restrictivas o desequilibradas- pobres en carbohidratos- generan muchísima ansiedad.

  3. No comemos cuando realmente lo necesitamos: salimos de casa sin desayunar y comemos cualquier cosa durante el día.

  4. No tenemos horarios establecidos de ingesta alimentaria

  5. No le dedicas el tiempo necesario a comer, recordemos que el cerebro necesita al menos 20 minutos para avisarnos que ya hemos comido suficiente.

    Otros motivos que nos pueden llevar a comer desenfrenadamente son:

Ciertos fármacos que pueden generar ansiedad como los antidepresivos, antihistamínicos o medicamentos a base de corticoides.



  1. Las emociones negativas como lo puede ser la tristeza, el miedo o la incertidumbre

  2. Ciertos fármacos que pueden generar ansiedad como los antidepresivos, antihistamínicos o medicamentos a base de corticoides.

  3. Los cambios hormonales propios de la mujer. Además, las mujeres que sufren episodios constantes de estrés, podrían tener más ataques de hambre. Los cambios hormonales propios de la mujer. Además, las mujeres que sufren episodios constantes de estrés, podrían tener más ataques de hambre.

¿Hay solución? !Sí!, sí la hay, simplemente debes:


a)Averiguar y tratar el origen de la ansiedad, si es necesario con ayuda profesional.


b) Tomar conciencia de lo que se ingiere, masticando bien los alimentos.


c) Canalizar las emociones negativas por otras vías como ejercicios de respiración, relajación o la práctica de actividad física, que te ayude a liberar las endorfinas del cerebro y te proporcione sensación de bienestar.


d) Cuando te sientas ansiosa(o), en lugar de comer todo lo que encuentres en el refrigerador, ponte algo cómodo y sal a caminar.


e) Mejora tus hábitos alimenticios: ingiere por lo menos 5 pequeñas raciones de comida al día para regular el apetito, desayuna siempre e incluye alimentos saciantes en la dieta.


f) No compres alimentos adictivos y poco saludables (papas fritas, caramelos), para evitar tentaciones.


g) Duerme lo suficiente.


Todo esto ayudará a que tu ansiedad desaparezca y no comas demás; pero recuerda que lo más importante es saber organizarte y darte tiempo para ti, aprende a escuchar lo que tu cuerpo te pide.



Lic. Nut. Claudia Leal


Profesora

Licenciatura en Nutrición

Universidad del Noreste, AC

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